martes, 29 de junio de 2010

EXPERIENCIA MISIONERA

MAESTROS, HERMNAS, ESTUDIANTES TUVIMOS LA OPORTUNIDAD DE VIVIR UNA EXPERIENCIA MUY LINDA EN GARZÓN, DE ALLÍ NOS DIRIGIMOS A LA VEREDAS QUE EL PADRE ELCÍAS NOS DELEGÓ.

EXPERIENCIA EN LA CUAL TUVIMOS LA OPORTUNIDAD DE CONOCER GENTE MUY SENCILLA, LLENA DE ALEGRÍA, DE DETALLES, HÁBIDOS DE CONOCER MÁS DE DIOS. DE VERDAD QUE UNO SALE EVANGELIZADO DE VER ESA VIDA TAN LLENA DE DIOS DE LOS CAMPESINOS QUE VIVEN FELCICES CON LO QUE TIENEN Y SOBRE TODO SU ENTEREZA PARA TRABAJAR A QUE NO LES FALTE EL ALIMENTO DIARIO. COMO MISIONEROS NOS SENTIMOS COMO EN CASA: ACOGIDOS, CONTEMPLADOS, CUIDADOS .... SE PREOCUPABAN MUCHO PORQUE NO NOS FALTARA NADA, CAMINARON A NUESTRO LADO, VIMOS LA PRESENCIA DE JESÚS EN SUS VIDAS QUE NOS HABLAN DE COMPROMISO, AMOR, ENTREGA...QUE BUENO QUE SI ALGUIEN SIENTE ESE LLAMADO A MISIONAR LO HAGA SIN TEMOR PORQUE UNO ES MUCHO LO QUE RECIBE... ANIMO SIEMPRE.





DISFRUTA DE ESTAS FOTOS
QUE OPINAS?....

lunes, 28 de junio de 2010

PEDAGOGÍA DE LA VIGILANCIA

"Hijo mío, está atento a mis palabras, inclina tu oído a mis razones... No se alejen de tus ojos, guárdalos en tu corazón. Que tus ojos miren de frente...". (Prov. 4,20-22; 5,34). "Estad pues, siempre en vela, porque no sabéis en qué día vendrá vuestro Señor" (Mt. 24,44) ."Tengan preparadas vuestras lámparas estad en vela..." (Mt. 25,12) . "Vosotros cuidad de guardar entre vosotros lo que oísteis: fieles a lo que él os enseñó, en el permaneceréis..." (I. Jn. 2, 24-27) ."Tengan ternura y vigilancia con la juventud que educan" (R.G.) .Vigilancia en el sentido de estar atentas a la realidad que viven nuestros educandos.Estar atentas a la Palabra del Señor: Hablar de Dios y ayudar a que su Palabra ilumine cada una de las acciones de la vida diaria. El RE.RA.L. (Proyecto Educativo Presentación para América Latina) nos pide "trabajar en la formación de AGENTES de CAMBIO, mediante el análisis de la realidad, iluminada por la Palabra de Dios."
Una realidad que envuelve al joven de hoy, si no está atento y vigilante para hacerle frente. Una realidad que les desvía la mirada y no lo deja "mirar de frente", si no está atento a lo que le puede ayudar a ser dentro de un grupo humano un agente de cambio. Una realidad que masifica y vuelve objeto del tener y no le deja ser, ni actuar, como persona.
Una realidad de felicidades, de cosas innecesarias, de triunfalismo aparente, de individualismo egoísta. Pero cada una de nosotras es un nuevo reto al consejo que Marie Poussepin dio hace tres siglos a las hermanas: "Tengan Ternura y Vigilancia...”
Caminemos con nuestros alumnos, siendo para ellos la "CARTA ABIERTA DEL AMOR DE DIOS" Que su Palabra, y no la de nosotras, los ayude a estar siempre atentos y en vela , "CON LA LAMPARA ENCENDIDA".


Provincia de los Andes

PEDAGOGÍA DE LA TOLERANCIA

1. Diversos conceptos sobre tolerancia.

- Sufrir, llevar con paciencia (entendida pasivamente), actitud de soportar.

- Actitud personal que se manifiesta en la voluntad de actuar en forma benevolente, de condescender, de ejercitarse en la comprensión, de abrirse a los otros para aceptarlos como son.

- Comportamiento pasivo que lleva a la negación, a la concertación.

- Respeto a las diferencias individuales y aprecio por los valores propios de cada uno.

- Sabiduría para afrontar conflictos.

2. Biblia y Tolerancia.

Según la Biblia, el ser humano aprende la tolerancia y con ella todo lo que se puede expresar con sus sinónimos: paciencia, comprensión, respeto. Esto requiere una mirada hacia el que es: clemente, misericordioso, paciente, lento a la cólera, rico en misericordia, que no guarda rencor perpetuo, como lo expresa el Salmo 103.

El Nuevo Testamento, por ejemplo en la parábola de la cizaña, Jesús da una lección de tolerancia cuando dice a los apóstoles, impacientes por arrancar la cizaña de en medio del trigo, "no la arranquen, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también el trigo; dejad que ambos crezcan hasta la siega". Mc.13, 24-30.

La exigencia de Jesús en la práctica de la tolerancia va más allá de la paciencia. Lucas nos lo dice: "Amad a vuestros enemigos". Luc. 6,27-30

Efectivamente, sin amor no es posible la tolerancia.

A la tolerancia se llega por el camino

- del respeto al otro
- del reconocimiento de valores y diferencias individuales
- de la búsqueda de la verdad, sabiendo que nadie posee la verdad completa.

3. La tolerancia de Marie Poussepin.

La tolerancia en Marie Poussepin aparece como ejercicio de su carisma. "El servicio de la Caridad" y así en sus Reglamentos, hablando de la Caridad y de la unión de las hermanas entre sí, dice: “la verdadera caridad las conducirá a la cordialidad, a ¡a amabilidad, a entenderse mutuamente y a darse en todo muestras de deferencia; las comprometerá a soportarse mutuamente en sus debilidades e imperfecciones, les inspirará que juzguen siempre favorablemente las acciones de las demás o que excusen las intenciones cuando no puedan justificar las acciones". Rgl. II.

En otro capítulo aconseja a las hermanas: "Desterrarán de su corazón todo resentimiento, sufrirán las contrariedades... las palabras duras y aún las burlas..." En las Reglas Generales Marie Poussepin escribió para sus hijas, podríamos decir, un tratado de tolerancia:

- Conducios con mucha prudencia y paciencia, una gran bondad y singular modestia.

- Estad siempre dispuestas a hacer el bien, jamás de mal humor.

- Estad llenas de caridad, no juzguéis nunca mal, soportad a vuestras hermanas como queréis que ellas os soporten y aún más si tienen necesidad de ello.


4. La UNESCO y la Tolerancia

La UNESCO declaró el año 1995 como "Año para la Tolerancia, por la cultura de la Paz", tolerancia entendida como el respeto a las diferencias individuales ya sea de orden humano, religioso, cultural, económico o social, como soporte decisivo en la búsqueda del tesoro escondido: "La Paz" y como peldaño firme en la subida hacia una patria humana y justa.

5. Cómo educar en y para la tolerancia en un mundo intolerante.

La historia del hombre se caracteriza por una larga sucesión de episodios de intolerancia que se viven en la familia, en el trabajo, en el gobierno, en los campos de batalla... Ejemplos claros: Intolerancia en una cultura de muerte.

El hombre está dividido; y a causa de falta de unidad en su persona, muy a menudo desde lo más íntimo de él mismo valora la necesidad de afirmarse en contra de los otros; de separar lo que debe estar unido.

¿Cómo educarnos para la Tolerancia?

- La tolerancia empieza en la familia, núcleo de la sociedad. El Secretario de la ONU, invitó a combatir la intolerancia y la violencia desde el seno de la familia con valores como: la aceptación, la comprensión y la comunicación, con el fin de sentar desde ella las bases de un mundo mejor.

- Todos los hombres somos iguales por naturaleza, tenemos las mismas debilidades y las mismas aspiraciones a la felicidad; por consiguiente, el camino hacia la tolerancia no es solamente un proceso histórico, sino un desafío cotidiano que nos compromete enteramente y toca las diferencias externas de nuestra vida personal y social.

- La supervivencia nos impone hoy la necesidad de la tolerancia, pero es también una opción consciente como intento de vivir la forma más alta del amor.

- La tolerancia, solidaridad y fraternidad son los tres momentos de un único camino hacia Dios y hacia la plena realización de los seres humanos.

- La tolerancia se realiza mediante la capacidad de crear vínculos amistosos con Dios, consigo mismo, con los otros, con la creación y con la historia.

"Cultive el don de la paciencia.
Tolere al máximo las situaciones embarazosas que surgen en la vida.
Siendo paciente, estará destinado a alcanzar todos ¡os objetivos que proponga.
En la vida, los problemas surgen como verdaderas pruebas en las que Dios nos pone a prueba.
Usando la paciencia usted sabrá que todos los problemas tienen solución.
Sepa ser tolerante con su prójimo.
¡Ya se imagina la paciencia que Dios tuvo al crear el universo!".

6. Medios prácticos para lograr la tolerancia.

- Educación de los cinco sentidos a favor del conocimiento y aceptación del otro.

- Conciencia del bien común.

- Capacidad de sonreír ante la realidad cotidiana, ante quien nos persigue, nos insulta o nos ama; cuesta muy poco una sonrisa, pero puede llenar una vida y ser digno de que hemos pasado de:

- La tolerancia a la solidaridad
- La solidaridad a la paz
- La paz al amor.

La Tolerancia, camino de Solidaridad y de Paz

La tolerancia vivida con Cristo, trasciende el concepto de tolerancia. Quien vive responsablemente el principio de la solidaridad, respeta el de la subsidiariedad, favorece la participación de todos para la realización del bien común, exige la personalización de toda relación y la creación de espacios de operatividad para que todos los seres humanos puedan desarrollar sus talentos y colocarlos al servicio del bien común.

La paz no es una utopía, por el contrario, se impone como perspectiva de realismo histórico; el mundo está cansado de guerras absurdas consideradas como medios necesarios para dirimir controversias.

Para que haya paz es necesario encontrar el corazón dispuesto a convertirse... a desarraigar de sí la tentación de poseer, de dominar la tierra, de someter a otros seres humanos...

Si no hay tolerancia no nace el hombre de paz y desaparecerá de la tierra el género humano, porque son demasiados los arsenales de muerte que asechan, diseminados por todos los rincones de la tierra...

La tolerancia, primer eslabón de la caridad perfecta, es el presupuesto seguro para la cultura de la paz. "En las cosas necesarias debe haber unidad, en las dudosas libertad, pero en todas debe haber caridad".

Nuestra meta debe ser la que señala San Pablo en sus cartas:

"Vivid en paz unos con otros" Tes. 5,13.
Regia de oro de la tolerancia
"Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con
ustedes". Lúe. 6,31



Provincia de Santafé

domingo, 27 de junio de 2010

PEDAGOGÍA DE LA TERNURA


Para hablar de la Pedagogía de la ternura de Marie Pousepin es preciso saber a qué ternura nos referiremos.

Muchos autores coinciden en definir la ternura como un sentimiento siempre nuevo, que sabe maravillarse, que se ofrece sin imponerse, que se da sin esperar retribución, que transforma lo cotidiano o rutinario en una experiencia única. Es el tinte positivo de lo que hacemos y vivimos: es dar suavidad, dulzura, transparencia y novedad a cuanto hacemos. Es la expresión de la persona generosa, apacible, ingenua que respeta las diferencias y sabe aceptar lo que la rodea, sin amarguras ni resentimientos.

Si recorremos la historia de Marie Poussepin, encontramos todas estas características en su Proyecto de Caridad:

- Sabe maravillarse y dialogar sencillamente con Dios: "La oración es una conversación familiar con Dios". Es la experiencia de su vida, de la continua conversación con El.

- Se ofrece sin imponerse: la conmueve el dolor ajeno, para encontrar allí a Jesucristo encarnado en el enfermo y el ignorante.

- Toda su vida fue un continuo dar con liberalidad sin esperar retribución alguna.

Recordemos a manera de ejemplo:

- La decisión tomada en el taller de Dourdan: no emplear niños, sino jóvenes, como aprendices y reconocerles económicamente su trabajo.

- El cuidado que tuvo con Marie Oliver en el invierno 1696 - 1697.

- Las respuestas a las necesidades de las niñas de Sanville, "donde la pobreza y la ignorancia eran grandes".

La lectura atenta de los Reglamentos de Sanville, puede ayudarnos a ver cómo
para ella la fuerza de su Pedagogía estaba en la ternura, aconsejada especialmente a las Hermanas:

"No olvidéis que no podéis estar jamás lejos de la mirada de vuestro Dios..." nos dice en las Reglas Generales. Esa mirada bondadosa de Dios Padre debe llenar nuestra mirada de ternura y amor hacia los demás.

Así podremos dar a nuestra vida un entusiasmo impregnado de la novedad de nuestra experiencia de Dios. Continúa ella: "El está aquí como allí y lo encontraréis con la misma facilidad que en casa, si allá lo buscáis con la misma fidelidad". ¿No nos recuerda esta expresión lo dicho por Jesús en el diálogo sostenido con la mujer Samaritana? "...Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad". Jn. 4,23

La ternura es el tinte positivo de lo que hacemos y vivimos: la espera paciente de la hora de Dios en la búsqueda incansable de su voluntad, es admirar lo bello de la vida.

Con la ternura se transforma lo cotidiano y rutinario en una experiencia única.
"Conservad la presencia de Dios en todas vuestras acciones y para esto habladle a menudo, hablad a menudo con El, y renovad frecuentemente la intención de hacerlo todo para su gloria".

Otra cualidad de la ternura es dar dulzura a nuestros actos. Nos dice Marie Poussepin: "Sed dulces en vuestras palabras. Estad llenas de caridad para con vuestras hermanas. Tened mucha ternura y vigilancia con las niñas que educáis: tratad de haceros amar".

¿Cómo no reconocer su ternura, cuando al hablarnos de ascesis la adapta a las necesidades de cada una: "sed constantemente mortificada en la medida de vuestras fuerzas?" No es solamente esta expresión la que nos habla de la ternura que abrigaba en su corazón. Podemos aquí hacer alusión a algunos textos de los Reglamentos de Sainville:

- En el Capítulo XIV cuando habla sobre la recepción de las postulantes y novicias dice: "Es preciso... que tengan afecto por la instrucción y la educación de las personas de su sexo y por el cuidado de los pobres enfermos" Regí. XIV párrafo 2

En cualquier lugar en que se encuentren las Hermanas se distinguirán por señales de benevolencia, de estima...". Regí. XIV, último párrafo.

"Ser dulces sin debilidad, firmes sin dureza" (R.G.) requiere buena dosis de una ternura exquisita y equilibrada. Por eso, entre las cualidades que exige Marie Poussepin a las maestras está la dulzura al lado de la paciencia, la modestia, la humildad, la caridad y una buena preparación pedagógica.

- A la superiora recomienda: "Aclarará sus dudas. Hablará a menudo en particular con sus hijas". Rgl. XVII, Párrafo 14

"La superiora se portará con mucha prudencia cuando se trate de reprender. Se guardará de emplear los remedios para todos los males en que puedan caer. Tendrá mucha atención de no aplicar hierro y fuego en donde no se trata sino de una ligera enfermedad". Rgl. XVII Párrafo 14.

"Los corazones se abren fácilmente a una persona que sabe amar". Rgl. XXII Párrafo 6.

"No es preciso que una Maestra de Novicias diga todas estas cosas a la vez, basta que ella les enseñe unas después de otras, según vea que son capaces". Rgl. XIX párrafo 6.

Para ninguno de nosotros es desconocido el hecho de que, tanto sus Reglamentos como las Reglas Generales, fueron escritos después de cuarenta años de vivirlos" para el bien público, la instrucción de las pobres niñas del campo y el cuidado de los enfermos..." y que desde entonces "las Hermanas se ocupan de la asistencia espiritual y corporal de las personas a quienes la ignorancia y la enfermedad hacen dignas de compasión". (súplica agradecida. Reglamentos).

Muchas de estas citas no hablan de forma explícita de la ternura, pero ésta subyace en el fondo de esa actitud positiva, respetuosa, comprensiva, atenta a las necesidades de cada una.

- Sería interminable citar detalles, transcribir textos que nos hablen de la ternura de Marie Poussepin como pedagogía para el logro de sus objetivos. Preguntémonos ahora:

- Cuando al preparar nuestros alumnos la fiesta de Marie Poussepin, leen y aprenden de memoria las Reglas Generales, pueden decir que somos los continuadores de su pedagogía?

- ¿Tenemos miedo de perder nuestra autoridad, cuando acogemos con cariño al que llamamos rebelde?

- ¿Manifestamos el afecto, con gestos que expresen nuestra ternura, cuando un joven llora, está inquieto o nos interroga?

- ¿Cuántos resentidos, se han forjado por nuestra falta de cercanía, de afecto, de acogida hacia ellos?

- Marie Poussepin nos dice que no creamos que estamos dispensados de nuestro deber de educar, porque no estamos suficientemente preparados. Muchas veces nosotros ¿no nos amparamos bajo este pretexto, y nos negamos a escuchar a nuestros alumnos, para poder orientarlos?

- ¿Consideramos pérdida de tiempo atender a nuestros alumnos con dedicación, delicadeza y ternura?

- ¿Cuando evaluamos a nuestros educandos académica o disciplinariamente, ¿tenemos en cuenta la ternura o el rigor, nuestra sensibilidad herida o el deseo de orientarlos con cariño?

- ¿En nuestra labor de educadores la pauta que seguiremos es la de la ternura? ¿Sabemos acariciar al niño que llora, al adolescente que espera una actitud nueva de nosotros, al padre que nos habla de los problemas de su hogar?

- Finalmente, ¿oramos por nuestros alumnos, como Jesús oró al Padre por sus discípulos y les enseñamos a orar como lo recomienda Marie Poussepin cuando dice: "Les enseñarán también ¡a manera de orar bien, de tratar con Dios?".

El padre misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, que nos entregó a su propio Hijo; Jesús el único Maestro, que acoge a los niños y pide que los dejen acercarse a El, fortalezcan nuestro espíritu, para hacer de la Pedagogía de la ternura de Marie Poussepin, la pedagogía propia de la Presentación.


Provincia de Santafé

PEDAGOGIA DE LA FIRMEZA, A LA LUZ DE LAS REGLAS GENERALES DE MARIE POUSSEPIN

En el ayer y en el hoy de la Congregación se habla de un pensamiento educativo, de un espíritu Pedagógico, revelación de la identidad de Marie Poussepin que ha enmarcado la teoría y la praxis y la ha introducido en presencia y servicio Evangelizador.

Hablar de pedagogía de la firmeza es hacer referencia al carácter de esencialidad y solidez que ha cimentado y asegurado la vigencia en el tiempo de un proceso generador de personalidades con caracteres estables, seguros, definidos, fuertes, que no mueren ni vacilan pero que se manifiestan en entereza, fuerza moral y certeza de una identidad familiar impronta de mil generaciones.

El compromiso educativo de Marie Poussepin en su tiempo y en el hoy de la Congregación se apoya, se fundamenta y se fortalece en su carisma sólido, en un acontecer divino en su persona y en su obra que es la Congregación, en donde se asume la vida como misión y acción creadora que genera, salva y libera.

La Pedagogía de la firmeza en Marie Poussepin es personalizante, liberadora, trascendente, conduce con sabiduría el corazón de las personas y garantiza un potencial capaz de sortear los abalares del mundo cambiante, utilitarista y efímero. El gran reto de esta pedagogía es sortear la virtud que impulsa la voluntad a no renunciar al bien aunque sea arduo y difícil, resaltando las dimensiones del pensamiento educativo.

Cuando Marie Poussepin en sus reglamentos Cap. XXVII determina las virtudes que debe tener la Hermana de la Presentación enviada para el desempeño de esta misión dice: "Deben ser humildes, caritativas, fervorosas en la piedad, dulces, pacientes, modestas, prudentes y ejemplares", está hablando para hoy en el contexto de un mundo que no entiende sino bajo la ley del amor, síntesis de justicia y verdad y, como decía San Agustín de Hipona, "Ama y haz lo que quieras".

Cuando en sus reglas escribe:

"Sed dulces sin debilidad, firmes sin dureza, graves sin altivez y corregid sin cólera".

"Haceos amar y respetar al mismo tiempo"

"Obrad dulce o severamente según la necesidad"

"Jamás desfallezcáis" ante las dificultades por grandes que estas sean"

Estaba adelantándose la visión de una Constitución Colombiana que exige un Educador plenamente humano, sólido en criterios y con una realización plena de vocación. San Juan Bosco decía: "Vuestra vocación de educador es un Don; sed firmes en los principios pero suaves en las formas".

La humanidad no aprende por marcos referenciales solamente sino con la experiencia de una comunicación que según Kolberg en el libro "El sentido de lo humano" explícita: "El maestro es un signo para los demás".

La firmeza no puede concebirse como una actitud aislada en la estructura del ser humano, es una realidad inherente fruto de un proceso de interacción de todas las potencialidades que dan sentido, integran y unifican la propia vida haciendo que la persona logre ser el timonel de la propia existencia aceptando su condicionalidad.

Así la firmeza, sinónimo de dureza, es el reflejo de una personalidad que atrae por la seguridad de brindar lo diferente en un mundo inconsistente y frágil; lo diferente por las convicciones, principios y sensateces vividas en la eventualidad de lo cotidiano. Lo diferente porque se es Agente Evangelizador que experimenta en su interioridad la realidad del surgimiento de Jesucristo, su cercanía capaz de cambiar el corazón humano a pesar de las flaquezas.

Es la capacidad de concertación que traduce con su obrar el "Todos nos hacemos" "Todos nos construimos". Es un compromiso para adoptar un serio respeto por las diferencias que contrastan pero enriquecen.

Hablar de la pedagogía de la firmeza es constatar al interior del ser mismo del educador la experiencia de la Apertura, la visión y la sabiduría capaz de transcender en una sociedad donde impera la represión de un país subdesarrollado con modelos prefabricados; en un facilismo que supedita a la implantación del tener como valor absoluto en una sociedad marcada por la violencia que crea siempre la falacia materialista.

Es por eso que necesitamos una definición muy clara de nuestra vocación de Docentes para una generación post-moderna. Toda persona desde su nacimiento inicia la configuración de una estructura con conciencia, base de las interrelaciones existenciales, cognoscitivas y de dominio consigo mismo, con Dios, con la naturaleza, con la sociedad y con los saberes nacionales que la circundan.

El individuo realiza las transformaciones autónomas de la estructura de conciencia, en un lapso que va desde el nacimiento hasta más o menos los veinte años cuando la diferenciación culmina y se alcanza el estado estacionario de no equilibrio y el orden por fluctuación

Esa es la etapa de la vida que está en nuestras manos.

Por eso repito es fundamental la apertura y la visión para lograr que la persona descubra a través de la Hermana de la Presentación Educadora los valores conjugados con su saber pedagógico.

Hoy se habla de corrientes, Pedagogía e ideologías, no son un cuerpo dogmático que admita una sola y única interpretación.

Cabe señalar como principio fundamental que los seres humanos en comunidad construyen ideas sobre el mundo, las cuales evolucionan y cambian; así mismo que todas sus elaboraciones en todos los tiempos y lugares, han servido para regular las relaciones todas ellas con sus metas.

Podría señalarse que echa mano de un eclecticismo racional, dado que no crece en las verdades absolutas.

No debe llamar extrañeza que en la Comunidad Universal existan diferentes tendencias, posturas y definiciones que aunque son variedad como decíamos anteriormente son también riqueza porque contribuyen a nuevos y mejores procesos para concebir el desarrollo humano y por ende sus criterios, sus valores, sus proyecciones.

Esto exige una firmeza de carácter por parte de la Hermana de la Presentación que al adoptar su Pedagogía amplia y universal está contribuyendo significativamente a la construcción de una sociedad pluralista, tolerante y fundada en el reconocimiento del otro; de las ideas, de las alternativas y de la aceptación de las disidencias ideológicas capaces de asumir la pluridimensionalidad del mundo contemporáneo. Esto no implica ceder a lo esencial y substancial de la Evangelización sino saber integrar el binomio razón y corazón. Es la firmeza que necesitó Marie Poussepin para no renunciar en la vida a ser Dominica. Si debe partir de los valores que viven y experimentan los seres humanos ¿Qué claridad y orientación dará a los mismos? Y si está fundamentado en el pensamiento de Marie Poussepin, se nos replantea todo un estilo de formación para la Hermana Educadora que ha de vivir en el Realismo, la Prudencia, la Profundidad Espiritual, la Sencillez, el abandono de Dios, el Equilibrio, la Responsabilidad, el Amor a los pobres y la Ubicación en el Contexto de un Tercer milenio.

¿Qué pedagogía espiritual se evidenciaría?

¿Qué métodos consecuentes a ella?

Me atrevo a asegurar que hay tantos métodos como Hermanas de la Presentación hay en el mundo.

Bien dicen notables figuras de la Pedagogía, Piaget, Vigosky, Humberto Eco, que nuestra vida debe adquirir nuevas formas de "Ver, pensar, evaluar, sentir" para que, sin olvidar lo esencial, el mundo no nos abandone ya que nuestra razón de ser está en Dios y en el mundo.

Nuestro mundo requiere Educadores fíeles a Dios y al Hombre.

La fidelidad a Dios es la fidelidad a la misión. La fidelidad al hombre es la fidelidad al proyecto de Dios en cada persona.

Una educación de la Presentación ha de tener la sabiduría de esa doble fidelidad.

Y sólo la firmeza nos permite permanecer aunque fuerzas contrarias nos inciten a claudicar.

Provincia de Bucaramanga

PEDAGOGÍA DE LA INTERIORIDAD

"LA DIMENSIÓN INTERIOR EN EL DESARROLLO HUMANO"

Sabedores que la educación constituye el pilar fundamental de toda transformación social y que ha de considerársele un "Proceso de Formación", que se inicia con el nacimiento y que no tiene término, es que hoy profundizaremos y exploraremos en esa dimensión del desarrollo humano, que no todos se atreven a llamar por su nombre: La Interioridad.

La vida interior nos preocupa, porque el hombre no ha de quedarse en la pura contemplación del mundo, sino que habrá de empujar a la naturaleza hacia la construcción de lo venidero, porque en esta construcción habrá de asumir como suyas la causa de la paz, la igualdad y la causa de la justicia, con una visión de su capacidad intelectual que le permita participar en la creación del futuro, escogiéndolo y no sintiéndose víctima de él.

Es por esto que debemos encontrar todos nuestros esfuerzos en educar la conciencia social y educar para la lucha contra las grandes injusticias y desigualdades humanas.

Un hombre que es capaz de guiar sus decisiones con una visión holístíca del Universo, en que la certidumbre de la intercomunicación de todas las cosas le hace cada día más lúcido y responsable, por cuanto no puede negar que las acciones de una parte cualquiera de ese todo influye en las restantes.

Ser conductores del hombre hacia su propia interioridad es una tarea que involucra una alta cuota de responsabilidad y quizás la mejor manera de afrontarla sea con ingenuidad y pureza de intención teniendo siempre presente que el bien de la humanidad habrá de ser, en última instancia, el motor que anima y el faro que ilumine.

Así habremos de ser capaces de mostrarle al niño y al joven nuestro planeta como un ser vivo y a nosotros como responsables de su bienestar, con una visión andrógina, en que lo femenino y lo masculino son sólo las mitades de un todo.

Cuando el hombre es capaz de experimentar una presencia mística en todos los aspectos de la vida y de las cosas, se enfrenta al nacimiento de una nueva convivencia y percepción de la vida cotidiana, como algo sacramental que daría lugar a una "Civilización Sagrada".

Esta experiencia sagrada, que mora en el corazón de todo hombre y de toda cultura no corresponde sólo a una búsqueda religiosa sino que abarca, también lo intelectual, lo artístico, lo afectivo y lo físico. Es un diverso modo de relacionarse con los otros, estimulándose y enriqueciéndose recíprocamente.

El cultivo y enriquecimiento de la interioridad en los alumnos, requiere de una "Pedagogía de la Interioridad", para equilibrar la tendencia a la acción por la acción.

Esta pedagogía debe tener como fundamentos, las etapas evolutivas del niño y la evolución permanente de la vida interior.

Teniendo estos fundamentos como base esencial, para el desarrollo de la interioridad, proponemos las siguientes líneas de acción, las cuales facilitarán y permitirán a los niños y jóvenes encender la luz de la fe, la luz del amor y la luz de Dios, que vive en cada uno de ellos.

LÍNEAS DE ACCIÓN

1. Educar en los alumnos la capacidad de admiración y el sentido de belleza.
2. Enseñar a los alumnos a agradecer, para que se separen de sus propias necesidades y reconozcan sus dependencias.
3. Recuperar en los alumnos el sentido de respeto, para erradicar la indiferencia y la agresión.
4. Valorar el silencio, como un encuentro del hombre con Dios.
5. Someter a los alumnos a la realidad, permitiendo a éstos estar dispuestos a ver las cosas en su identidad más profunda.
6. Hacer consciente al alumno de la pluridimensionalidad de las cosas, lo que facilitará profundizar en el hombre y en las cosas.
7. Cultivar en los alumnos la intuición, la cual elevará al hombre al nivel de realidades transcendentes.
8. Profundizar en los alumnos el sentido de la religión y de lo sagrado, ya que es necesario una dosificación juiciosa de acción y de reflexión, de trabajo y de oración.
9. Estimular la creatividad en los niños y jóvenes, para que puedan proyectar nuevas formas de pensamiento y de acción.

Educadores de hoy, por los hombres y mujeres del mañana, unamos nuestros esfuerzos en la construcción de un camino que conduzca primero, al interior del ser individual, para luego proyectarnos, temporalmente, a la convergencia de nuestras energías psíquicas, de nuestras potencialidades y riquezas espirituales que permitirán algún día, la construcción de una sociedad verdaderamente humana, en que la medida del bien sea el bienestar del hombre mismo en armonía con todo lo creado por Dios.

Y todo esto visto a la luz del carisma de Marie Poussepin. Ella, con profunda intuición de educadora, nos descubre el reflejo que desde la hondura de su alma vivió y transmitió en herencia a su familia religiosa. Los ya tres siglos de vivencia de su legado, no solo no han borrado la huella de sus dotes pedagógicos sino que, por el contrario, se equilatan y traducen en sus vivencias de actualidad.

Cuando recomienda el silencio a sus hermanas de Sainville es porque sabe bien que éste es condición de fecundidad espiritual y laboriosa.

Marie Poussepin dice de la Educación "De todas las obras de caridad, es ésta la que puede procurar mayor gloria a Dios y más ventajas a los hombres sobre todo cuado se emplea... en sembrar en los corazones aún tiernos las semillas de la piedad". Reglamentos XXVII

"Hablad a menudo con Dios o de Dios" era una recomendación frecuente para ser vivida y proyectada en el apostolado.

De ahí que Marie Poussepin decía a sus Hermanas: "Les enseñarán también la
manera de orar, de tratar con Dios... sobre todo durante el Santo Sacrificio de la Misa. Reg. XXVII

La beatificación, en sus tres tiempos: Preparación, celebración y proyección, Fueron una rica oportunidad para constatar la validez de su carisma de hoy.

¡Gracias Marie Poussepin, gracias Hermanas de la Presentación! Profundizar los valores que ella dejó y enriquecernos con ellos es para nosotros un gran desafío y una llamada a estar presentes en nuestros Colegios, no sólo porque tenemos un trabajo sino porque, una mujer se ha ido adentrando en nosotros y nos llama a ser sus continuadores en el hoy y de la historia.

Delegación Chilena a la Asamblea

PEDAGOGÍA DE LA IGUALDAD

"La comunidad mirará siempre como uno de sus principales deberes la instrucción y educación de la juventud (R.XXVII)".

Desde esta sabia advertencia, leemos el hecho educativo que desde mediados del siglo, ha sufrido un progresivo desplazamiento de la axiología, la ética, la concepción del hombre, por parte de las nuevas técnicas de comunicación.

Actualmente una cultura entre moderna y posmoderna y en este clima nos corresponde educar. Aunque no construyamos nuestro sistema educativo sobre los fundamentos de la postmodernidad, sí estamos actuando en su ambiente físico, analógico y cultural. Si bien no podemos asimilar pasivamente esa cultura , tampoco debemos ignorarlas, sino colocarnos críticamente frente a ella, invitando a educadores y educandos a juzgar y discernir los valores que merecen ser vivenciados y los que pueden comprometer su formación.

Entre los desafíos de Puebla destacamos: "La realidad educativa latinoamericana nos interpela por la exclusión de mucha gente de la educación escolar; nos interpela por la crisis de la familia, la primera educadora, por el divorcio existente entre el Evangelio y la Cultura; por las diferencias sociales y económicas que hacen que para muchos sea onerosa la educación católica. Nos interpela también la educación informal que se recibe a través de tantos comunicadores no propiamente cristianos". (Cf. Sto. Dgo. 267)

El Ministerio de Educación Venezolano, Prof. Antonio Luis Cárdenas en el IX Plan de la Nación dice: "La educación Venezolana ha devenido en un gigantesco fraude con respecto a las expectativas que el país ha colocado en ella en cuanto a instrumento de democratización, de progreso y de modernización de la sociedad". La educación no es un problema más, es el problema del país. Lo que de verdad importa es una educación total y de calidad, porque el recurso humano es lo que cuenta, los cerebros, las manos y los corazones. Esto es lo que hace grande a un país y satisface a su gente.

Visión Actual de esta Pedagogía. Hoy la desigualdad se expresa fundamentalmente en tres grandes bloques: la desigualdad socioeconómica, la desigualdad de género (hombre-mujer) y la desigualdad de raza.

1. La desigualdad Socioeconómica: se está profundizando cada vez más tanto a nivel de países (bloques Norte y Sur) como entre las diferentes capas sociales de un país. En Venezuela, cada vez es más grave la brecha entre un grupito de privilegiados y las mayorías empobrecidas y el creciente sector de los que sobreviven a duras penas.

En este contexto de desigualdad descarada y ofensiva hay que estar muy consciente de que el llamado a una pedagogía de la igualdad no sirve para justificar y mantener las desigualdades de hecho que existen en la sociedad. Tratar a todos los alumnos por igual, en una realidad descaradamente desigual, es seguir favoreciendo a los privilegiados (si yo le doy dos al que tiene ocho y le doy dos al que tiene tres, estoy manteniendo la desigualdad). En este sentido, una educación en y para la desigualdad supondría privilegiar a los que menos tienen y están en situación de inferioridad. En este sentido, la escuela debería privilegiar a los desfavorecidos tratando de dotarlos de los recursos y oportunidades que no tienen en sus hogares y que sí tienen los más favorecidos. (En este sentido), los Colegios que trabajan con personas empobrecidas deben procurar la misma calidad educativa e incluso mayor que aquellos que trabajan con personas más privilegiadas. Esto debe hacerse patente en la dotación del personal y recursos tanto económicos como humanos.

2. Desigualdad de Género: nuestra cultura es profundamente machista. Esto es evidente. En situaciones extremas, la mujer ha quedado relegada a mero objeto sexual y de reproducción. Está muy interiorizada la mentalidad que considera a la mujer como un ser inferior. A pesar de que últimamente hay más profesionales universitarias mujeres, es mínimo el porcentaje de mujeres que ocupan cargos directivos. Y siguen siendo bien pocos los hombres que ayudan a las tareas del hogar. La mentalidad machista ha sido con frecuencia asimilada por muchas mujeres que se convierten en las principales reproductoras de dicha mentalidad. De hecho, muchos juicios, creencias e imágenes mentales que atribuyen características específicas a cada sexo no se fundamentan con frecuencia en explicaciones de tipo biológico. Estas actitudes se consideran por lo tanto culturales y se llaman de "género", para distinguirlas de los que son propiamente biológicas.

La socialización de los géneros masculino y femenino se inicia en la misma familia: de las niñas se espera que sean sensibles, tiernas, comprensivas, mientras que de los niños se espera que sean extrovertidos, valientes, firmes en sus convicciones. Hasta la fecha no se ha determinado que estas cualidades sean propias de un determinado sexo, pero la gente las ve como naturales en uno y como raras en otro. La escuela, a su vez, continúa educando de manera diferente a niños y niñas mediante mecanismos invisibles (de los cuales no siempre somos conscientes) que contribuyen a reforzar la desigualdad de los sexos y a legitimar creencias que imperan en la sociedad. Estas funciones ocultas del sistema educativo se pueden manifestar de diversas formas como, por ejemplo, en algunos textos, las ilustraciones privilegian el rol de esposa o madre para la mujer y al varón se le ofrecen modelos de identificación más variados y hasta observamos que su rol en la familia es intrascendente. De un modo semejante, en los cuentos y relatos se observa que los niños con frecuencia son protagonistas mientras que las niñas cumplen papeles secundarios. La historia es prácticamente una historia masculina, de héroes y guerreros. La mujer entra como complemento del hombre, pareciera que su importancia estriba no en ser mujer, sino en ser la mujer de determinado hombre. Los ejemplos podrían multiplicarse. El mismo modo de enseñar a actuar como mujer está plegado con frecuencia de estos estereotipos.

3. Raza: El racismo es muchísimo más común de lo que creemos y aceptamos. La palabra "Indio" o "Negro" se usan con frecuencia como insultos, una aproximación al análisis de los personajes de las telenovelas, la excesiva admiración a los ojos azules o al cabello rubio, expresiones como "tiene el pelo malo" o los estereotipos de las reinas de belleza y las madrinas escolares, nos evidencian lo penetrados que estemos de actitudes racistas, aunque estamos prestos a declarar que no lo somos.

Educar para la igualdad supone educar para una valoración de las personas sin importar su ascendencia, lugar de origen, color de piel, o cualquier otro elemento físico o cultural que nos hace diferentes pero nunca superiores o inferiores. Para trabajar en la escuela este problema, se puede partir del análisis de las expresiones o actitudes de racismo que existen a nivel local y mundial, explicar el origen del racismo a partir del contexto histórico, y analizar las expresiones de sobre valoración de alguna raza (la europea, norteamericana) en particular.

Pistas de Actualización Educativa.
Los fundamentos de la Educación Popular y las enseñanzas de Marie Poussepin nos proporcionan elementos esenciales para llevar adelante esta pedagogía de la igualdad en nuestras Obras Educativas.

La Educación Popular traza algunas metas que podríamos resumirlas en una sola: Preparar y participar políticamente a los hombres de la nueva sociedad. Hombre cuyas características personales serán la creatividad, la capacidad crítica, la solidaridad y la inconformidad activa frente a la injusticia. Así, en lugar de formar "hombres de orden", formemos hombres para el cambio.

Los educadores nos preguntamos:
- ¿Pregonamos las maravillas de la democracia en unas relaciones escolares casi dictatoriales?

- ¿Cuántas veces sólo aceptamos aquel tipo de crítica que esté de acuerdo con nosotros?

- ¿Por qué le pedimos a los educandos que sean creativos en un clima escolar ganado por el fastidio, la rutina o la repetición?

Estamos llamados a vivir las recomendaciones pedagógicas de Marie Poussepin, "Tened mucha ternura y vigilancia respecto de las niñas que educáis. Tratad de haceros amar y respetar al mismo tiempo. Sed dulces sin debilidad, firmes sin dureza, graves sin altivez, corregid sin cólera." (R.G.) A través de:

- Un trato amable y comprensivo que no cansa al educando, sino que le hace sentir un ambiente de confianza.

- Relaciones horizontales que proporcionan el diálogo sencillo sin autoritarismo.

- Escucha de sus reclamos frente a la injusticia y de sus cuestionamientos frente a nuestras actitudes.

- Reconocimiento de los valores personales, sin propiciar la competitividad que subvalora y margina.

El hombre nuevo es el principal motivo y objeto de la Educación Popular. Partir del hombre real y no del que soñamos es nuestro primer paso. Partir de lo positivo y plantearnos los rasgos negativos como reto a superar, de tal forma que asumamos a la persona como ser histórico, capaz de mejorar, de recrearse y de crear con los demás la historia del mundo que lo rodea.

Los educadores nos preguntamos:
- ¿Cómo pensar en el hombre nuevo, en una sociedad bombardeada por el flagelo de la injusticia y la opresión?

- ¿Qué puede dar un educando que se forma al margen de los acontecimientos de la historia que lo rodea?

- ¿Les enseñamos a los educandos á leer la realidad, decir su palabra y escribir la historia de su liberación?

Marie Poussepin nos dice: "No demostréis menos amor a los pobres que a los ricos y sobre todo tened una gran preocupación de edificar igualmente el alma de unos y otros por vuestras palabras y vuestros ejemplos "(R.G.)

Como seguidores de Marie Poussepin estamos comprometidas a:
- Una educación sin preferencias ni exclusividades, tratando a todos los educandos como hijos de Dios, sin hacer prevalecer su clase social o su posición económica.

- Capacitación mediante la educación para el trabajo, como medio de sostenimiento de las clases menos favorecidas.

- Participación de los educandos en los organismos de la Comunidad Educativa, afirmando el sentido de pertenencia y de corresponsabilidad.

- Formación religiosa que mira los acontecimientos a la luz de la palabra y celebra los momentos especiales de la familia y del educando en un ambiente de fiesta y en igualdad de condiciones para todos.

Necesidad de esta Pedagogía. Somos conscientes que debemos superar nuestra actual sociedad capitalista que como estructura socioeconómica se fundamenta en la competencia, el individualismo y en la explotación del hombre por el hombre.

La sociedad del futuro que buscamos será tanto más valiosa y auténtica cuanto más favorezca "el desarrollo integral de la persona humana, el compromiso comunitario, la comunión fraterna y dialogante y el proceso de la participación popular" (Puebla).

La ley orgánica de Educación de Venezuela (Art. 3), nos dice: "La Educación tiene como finalidad fundamental el pleno desarrollo de la personalidad y el logro de un hombre sano, culto, crítico y apto para convivir en una sociedad democrática, justa y libre, basada en la familia como cédula fundamental y la valoración del trabajo; capaz de participar activa, consciente y solidariamente en los procesos de transformación social".

Debemos tener presente las principales expresiones de la postmodernidad, al tratar de la Pedagogía de la Igualdad. Porque educar en la posmodernidad es:
- Educar en un ambiente relativista: relativo del ser, de la razón y del valor.

- Educar en un estilo de vida centrado en el presente, en el momentáneo y en lo cotidiano.

- Educar en una generación sociológicamente individualista, hedonista y narcisista.

Educar para la igualdad equivale a educar para la justicia, la defensa de los derechos humanos y la solidaridad. Esto implica poner a los alumnos en contacto con la pobreza y el modo de vida de los marginados, analizar las causas y consecuencias de la miseria, tratar de ver la vida desde sus ojos (ayuda mucho poner a los alumnos en las situaciones en que deben vivir los demás para preguntarles cómo obrarían ellos), de modo que puedan comprometerse en una vida enfocada a buscar estructuras más justas, humanas y cristianas. Todo el curriculum, las actividades escolares, la organización... , debe estar penetrado de los valores que se buscan. Las materias de Sociales y Educación en la Fe deben replantearse desde la perspectiva de buscar un mundo levantado sobre genuinas bases de igualdad. Los estudios de casos, análisis de noticias y propagandas, comparaciones de sueldo y ganancias (hay personas que gastan en una fiesta o un vestido el salario de varios años de un obrero), contribuyen en buena medida a crear una conciencia orientada a la justicia y la igualdad. Educar en y para la igualdad supone, además, educar en y para la austeridad, el uso adecuado de los recursos, la ecología (en el mundo no soporta la cultura del derroche), la producción humana y la solidaridad.

Educar en y para la igualdad supone, en primer lugar, identificar los diferentes estereotipos de hombres y mujeres a los que nos hemos acostumbrado. Para ello, los docentes deben comenzar por hacer conscientes sus propios supuestos y esquemas sexitas en la vida y en la escuela. Mediante sociodramas o simulaciones se pueden mostrar para analizarlos, distintos tipos de familia donde la mujer asume un papel meramente sumiso y aquellas donde los trabajos del hogar y las decisiones se toman democráticamente. En esta misma línea se pueden analizar publicidades, revistas, programas de televisión, historietas, cuentos para ver qué valores identifican y promueven a la mujer. Hay que evitar describir a las mujeres por sus atributos físicos, y a los hombres por su profesión e inteligencia. Ni qué decir que es imprescindible trabajar con los padres sobre la necesidad de implicarse en la educación de los hijos y las hijas y en las responsabilidades de la familia y el hogar.

Si bien es cierto que la escuela no va a cambiar la sociedad es evidente que puede reafirmar o constatar valores dominantes que no promueven la igualdad, la justicia y el respeto a los demás. Hacer explícito el "curriculum oculto" de un sistema educativo puede ser un paso importante en la búsqueda de un modelo de sociedad democrática y cooperativa en la que las mujeres puedan lograr su autonomía y los hombres puedan sentir que no solo en ellos recae la responsabilidad de construir un futuro. Educar en y para la igualdad supone, como ya apuntamos, educar en y para unos determinados valores. Para ello, no basta proclamarlos, desearlos o proponerlos, ni decir que los queremos.

Es un reto que enunciamos, y debemos asumir una actitud reflexiva, crítica y radicalmente opuesta, a todo aquello que refuerza los antivalores que queremos evitar. En esto hay que ser muy coherentes y evitar que por un lado vayan nuestros discursos y proclamas y por el otro el lenguaje no verbal de nuestros centros, debe ser una rutina continua para detectar en realidad los valores o antivalores que estamos proponiendo y sembrando. Junto a esto, el trabajo de los padres y representantes es de especial urgencia y transcendencia: lograremos muy poco si insistimos en determinados valores que no son compartidos o vividos por los padres. Hay que cambiar la mentalidad que considera a la escuela como el lugar donde los alumnos vienen a prender determinadas cosas, o pasar exámenes y materias y así ser promovidos de un grado a otro, para entenderla como lugar donde alumnos, maestros y representantes debemos analizar y construir los valores que queremos.

Algunos medios para educar con esta pedagogía
- Proyecto educativo en la línea de la igualdad.

- Plan de acción de cada Centro Educativo, con actividades concretas que favorezcan esta pedagogía.

- Proyectos de solidaridad, comunitariedad, proyección.

- Actitud permanente de acogida que propicie:
-Valoración y aceptación de las individualidades.
-La expresión libre en un clima de alegría, fraternidad y confianza.
-Relaciones interpersonales y democráticas: fundadas en la justicia, el amor, la solidaridad y la participación.
-Formación en los valores y en el rescate de la identidad.
- Formas graduales de participación en la planificación, en la toma de decisiones, en la acción y en la administración colegiada.
-Uso de la dinámica de la acción reflexión y del trabajo en equipo: descubrir y construir el saber en forma cooperativa.

Conclusiones

Según la pedagogía de la igualdad y al estilo de Marie Poussepin, Hombre Nuevo, será aquel que consciente de sí mismo y de su proceso de liberación personal hacia un desarrollo pleno de sus capacidades, viviendo profundamente los valores cristianos, especialmente de los del amor fraterno y la justicia, desarrollando actitudes de autonomía e independencia crítica y de responsabilidad; sea solidario con el mundo de miseria y de injusticia que le rodea, se comprometa seriamente con los demás en actitudes de servicio; y se convierta en agente de cambio para lograr una sociedad en marcha dentro de un nuevo orden social, económico, político y religioso.


Provincia del Caribe

sábado, 26 de junio de 2010

PEDAGOGÍA DE LA GRAVEDAD Y EL EQUILIBRIO

• Pedagogía de la industria
• Pedagogía industrial
• Pedagogía científica
• Pedagogía humanista
• Pedagogía moderna
• Pedagogía de... abierta a la vida, a la novedad, a las culturas, a los tiempos al nuevo milenio, a lo imperecedero, a lo trascendente...

¿Qué es la PEDAGOGÍA? ¿Un sistema, una teoría, una forma de llegar, de alcanzar, de dar respuesta a la necesidad de sistematización, orden, sentido?

Al hablar de PEDAGOGÍA, es indispensable considerar una antropología y por consiguiente todas las disciplinas teológico-filosóficas que entran a formar parte de una teoría general sobre el hombre, sobre la persona. Además no hay pedagogía que se construya sin una concepción del universo, del mundo.

La pedagogía ha de considerar al hombre desde un punto de vista especial, más allá de su ser de persona, ha de tener en cuenta su devenir, su evolución y su perfeccionamiento. Entramos a interiorizar la PEDAGOGÍA de la GRAVEDAD y del EQUILIBRIO, en el "carisma" de Marie Poussepin. "Sed dulces sin debilidad, firmes sin dureza, graves sin altivez".

Desentrañar el sentido profundo de este pensamiento de Nuestra Madre fundadora conlleva a descubrir no sólo la teoría y la práctica de una educadora que al legar a sus hijas un capítulo consagrado a la educación, entrega con él su alma y corazón y su experiencia de vida con las niñas y entre las niñas.

GRAVEDAD: Actitud reverente y cortés para obrar con moderación y prudencia frente al sujeto de la educación, la persona de nuestros educandos.

EQUILIBRIO: En consonancia con la gravedad expresa la armonía y la ecuanimidad en los juicios y en los actos.

MESURA: Manifestación sencilla y delicada de un rostro que refleja la interioridad de la educadora que "habla con Dios y de Dios" antes de acercarse al maravilloso mundo de la niñez y de la juventud.

Es aquí donde la sabiduría de Marie Poussepin cobra mayor sentido, mayor equilibrio, mayor estabilidad. Es la mejor respuesta al hombre de hoy, a sus necesidades e inquietudes a sus búsquedas y conquistas.

Urge una cultura científica y humanista, de ayer y de hoy, inmediata y de futuro, material y espiritual. Y es por eso que nuestra Pedagogía busca alcanzar una unidad interna: "Sed dulces sin debilidad". Una fortaleza decidida: "Firmes sin esperanza". Una profundidad coherente "Graves sin altivez".

La audacia de esta Pedagogía, va dirigida al que guía, al que orienta, al que es capaz de indicar el cambio; "no dejarán de hacer todo lo posible para formar personas que puedan perpetuar las buenas obras que ellas han emprendido..." (R.I) con la convicción de transformación, de leyenda mutua, de esperanza y de fe.

Marie Poussepin pretende al encontrar los valores del mundo que la pluralidad se realice en la unidad y en la libertad a la luz del Evangelio, para que la cultura sea verdaderamente desarrollo y celebración del hombre y responda a la libertad y totalidad de la persona con la exigencia del corazón y no de agresividad y dureza "corregid sin encolerizaros".

Marie Poussepin mira contemplativamente el mundo de su época y siente la presencia del Señor que la invita a dar respuesta a su propia realidad y a continuar su acción amorosa en la educación del mañana.

La PEDAGOGÍA DE LA GRAVEDAD lleva al encuentro:

- del Evangelio con la cultura
- del Evangelio con el hombre
- Del evangelio con los otros

Hoy la cultura no es búsqueda del sentido de la propia vida, sino afirmación del poder del hombre. El problema del hombre se convierte en "qué hacer para conocer la realidad y dominarla". La educación se considera como capacidad de controlar instrumentos de conocimiento, de controlar dinámicas de aprendizaje y de tener competencia científica en ciertos campos del saber, "el conocimiento conquistó el mundo".

¿Hemos sido lo suficientemente claras y profundas en nuestra misión como educadoras?, caritativas, fervorosas en la piedad, dulces,, pacientes, modestas, prudentes, ejemplares, ilustradas en los caminos de la salvación. Instruidas en los métodos de enseñanza... (R.XXVII).

Dejar entrar a Dios en nuestra vida, supone una actitud de apertura, de abandono, de fraternidad, de paciencia, de gratuidad, ir radicalmente contra la actitud moderna de politizar, dominar y vivir de la imagen.

El hombre moderno se ausenta de Dios.
¿Cómo orientarlo nuevamente hacia El?
¿Cómo motivarlo a conservar la presencia de Dios en todas sus acciones?
¿Cómo hacerlo pasar de una fe sociológica a una fe personalizada?

La Pedagogía de la GRAVEDAD, frente a la cultura ha de expresarse en el trato respetuoso y cortés con la persona del educando, en lo cotidiano para escuchar, escoger, buscar, y compartir con él la verdad humano científica que lo lleve a descubrir en la persona de JESÚS la plenitud de la misma verdad en el plano de lo transcendente: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Jn. 14,6) y en otras palabras: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres" (Jn. 8,32).

Toda educación supone una Pedagogía.

La educación es un camino para crecer en humanidades el camino a lo largo del cual, el hombre llega a ser él mismo, para aceptarse, quererse, reconocerse, para descubrir su propia identidad y al Señor que lo ha creado. Es el camino hacia una conciencia madura del propio destino, y es también la responsabilidad de vivirlo.

Un proceso educativo en el mundo de hoy, a la luz del pensamiento de MARIE POUSSEPIN, debe extenderse a todas las personas sin distinción de fe y cultura. La educación no necesariamente está llamada a cristianizar ni a humanizar, ha de ser una presencia, un testimonio de "calidad", para que actúe y ejerza su acción en la persona y en la sociedad al ritmo de la historia y en el transcurso de la vida.

Si se educa según el "Carisma y la Pedagogía" de Marie Poussepin la educadora ha de conocer a fondo y de acuerdo a la realidad la persona de sus educandos y su entorno. No se ama lo que no se conoce y nuestros alumnos necesitan grandes dosis de amor y de ternura para ser formados: "Tened mucha ternura y vigilancia con la juventud que educáis: Tratad de haceros amar y respetar al mismo tiempo..." (Reglas Generales).

Preguntémonos:

¿Cuál es la calidad de nuestro testimonio y de nuestra misión como educadoras?
¿Somos auténticas formadoras de la persona por la investigación científica y la sabiduría de la fe?

En la Pedagogía de la GRAVEDAD y elEQUILIBRIO hay necesidad de mesura, armonía, estabilidad, alegría y ecuanimidad para ser fieles hijas de nuestra Madre Fundadora Marie Poussepin.


Provincia de Santafé

PEDAGOGÍA DE LA CORRECCIÓN

El tema de la Pedagogía de la "Corrección" es una magnífica puerta de entrada para desentrañar la riqueza de la obra educativa de Marie Poussepin inscrita en la misma pedagogía de Jesús, y que viene a ser para nosotros un imperativo de fidelidad ante la realidad, objeto de nuestra misión. En las circunstancias actuales, como en el momento histórico que vivió Marie Poussepin, es necesario encender una luz; ella lo hizo y lo perpetúa en términos de llamarada, para que el mundo se ilumine.

"CORREGIR SIN CÓLERA" SIGNIFICA PARA NOSOTROS, HOY:

TRANSCENDER EL D
ESORDEN EMOCIONAL para situarse en el lugar de la misericordia (splacnisomai); expresión que en el original griego del Nuevo Testamento, significa sentir visceralmente. Significa ir más allá del simple formulismo de la escuela, que concede al maestro el derecho a "juzgar" permanentemente a los alumnos y a corregirlos o estimularlos de acuerdo con su buen juicio. Las acciones correctivas en sí mismas, no constituyen el problema. El problema más bien puede buscarse en las poquísimas acciones reflexivas que se desarrollan en la vida escolar y que son aquellas que permiten el proceso del aprendizaje autónomo y de una ética basada en la interacción, en la comunión con los demás, antes que un condicionamiento orientado a complacer al adulto.

RECONSTRUIR EL TEJIDO AFECTIVO, porque el amor es un auténtico im
perativo de la existencia. Nada mejor que combinar la acción correctiva con una gran disposición afectiva; apertura emocional que nada tiene que ver con la inconsistencia de las normas. Bien sabemos que después de muchos años, lo que nos queda, no son bloques de información, sino el claro recuerdo del clima afectivo e interpersonal que pudimos respirar (afecciones, hábitos, y gestos, más que palabras). Porque lo que caracteriza nuestra vida, es precisamente ese componente afectivo presente en todas las manifestaciones de convivencia interpersonal.

Capacidad para comprender l
a existencia de MODELOS DIVERGENTES; para captar los tintes afectivos que dinamizan o bloquean los procesos formativos. Necesidad de centrarse en la persona, de abrirse a la singularidad, única manera de lograr el acercamiento delicado al misterio del otro, siguiendo la dinámica de los procesos singulares. El camino expedito hacia el ámbito de la singularidad es el que sigue la HUELLA DE LA SENSIBILIDAD; pues es en este plano, en el de lo sensible-afectivo, donde habitan las más radicales diferencias. Habrá violencia educativa siempre y cuando sigamos perpetuando un sistema de enseñanza que obliga a homogeneizar los niños en el aula, a negar las singularidades, a tratar a los alumnos como si tuvieran las mismas características y debieran por eso responder a las exigencias de los adultos con iguales resultados.


AYUDA SIN HACER DAÑO. Aún la caricia tiene a veces la figura del poder. Cuántas veces por ayudar, se termina lastimando, y cuántas otras sin querer se maltrata a los seres queridos. Vemos como la Madre entona una canción de cuna no tanto para el niño sino para conjurar su posible irritación. Con el manejo apropiado de la palabra, se logra preservar, cuidar y ampliar la autoestima, que está en relación directa con la afirmación de la autoimagen.

Propiciar una EDUCACIÓN BASADA EN LA INTUICIÓN, ejercida como acto natural propio de aquellos con vocación para orientar a los niños y a los jóvenes. Dinámica para descubrir de manera sutil, entre luces y sombras la respuesta imprevisible de cambio. Siempre existe un margen de sorpresa que abre el espacio a la construcción conjunta.

Finalmente en la línea del Evangelio, hemos de usar la pedagogía de la corrección siempre A LA MANERA DE JESÚS: hacer que la persona se confronte a sí misma con su propia existencia (Jn. 4,16); decir la verdad con sencillez, sin herir a la persona: Jesús no rechaza a la mujer adúltera; la mira con misericordia, le dice: "Tampoco yo te condeno, anda y no peques más en adelante" (Jn. 8,11).

Lo único que puede cambiar significativamente la conducta humana es EL AMOR.
Provincia de Manizales

PEDAGOGÍA DEL AMOR Y DEL RESPETO



En sentido general, Amor "es el sentimiento que inclina el ánimo 'hacia lo que le place".

Bíblicamente San Juan en su primera carta Capítulo 4, 18 afirma que Dios es Amor; y por lo tanto es el atributo que mejor nos da a conocer la naturaleza de Dios; y Juan Pablo II en su encíclica Evangelium Vitae reafirma: "El mandamiento de Dios no está nunca separado de su amor; es siempre un don para el crecimiento y la alegría del hombre". "(E.V No. 52). Es la carta de ciudadanía para entrar en la morada celeste: "En la tarde de la vida se os juzgará por el amor" (San Juan de la Cruz).

¿Cómo podrá un ser inteligente andar desprovisto de amor, sí éste emana de Dios? nos interroga San Agustín.

Pedagógicamente basta citar la primera afirmación de nuestra escritora latinoamericana Gabriela Mistral en su conocido código del maestro: "Si no amas mucho, no enseñes niños...".

El Estado-Nación nos urge a un cambio desde la norma... y la propuesta evangélica del amor, nos cuestiona nuestra tarea educativa desde su esencia misma, ya que a ratos parece arrancar de raíz las expresiones mismas del amor, como son la alegría, el gozo, la entrega de sí.

¿En nuestra familia Presentación no fue acaso un acto de Amor universal, su origen, y su razón fundante?

Axiológicamente el amor aparece en la pedagogía del siglo XX en su corriente humanista como elemento constitutivo de un verdadero clima educativo y como valor unificador de los demás valores.

Por lo anterior urge, que en los albores del siglo XXI optemos por una Pedagogía del Amor y del Respeto; siendo éste último consecuencia del anterior, como actitud de atención y consideración al hermano, en el reconocimiento de su singularidad y originalidad, encarnando así el mandamiento nuevo: “Amaros a Dios con iodo el corazón y al prójimo como a tí mismo". Porque la educación del amor, se inicia como en todo proceso verdaderamente educativo de lo próximo a lo más remoto, desde dentro hacia fuera, desde la mismidad hacia la otridad, para juntos construir la anhelada civilización del amor, que restaure el tejido social del que somos responsables, y nos ayude a ver al otro como Persona - Pueblo - Nación.

Si teológicamente Amor es sinónimo de Caridad, su ausencia en nuestro quehacer educativo equivaldría a despojarlo de su espíritu, de su propia alma: "La caridad debe ser el alma de la Congregación". Y sólo el espíritu es el que da vida y renueva todas las cosas.

Al igual que a nuestras antecesoras nos apremia el llamado de la Pedagoga Marie Poussepin: "Los hermanos harán todos los esfuerzos para mantener viva esta divina virtud" (Reglamentos). Viva en el corazón, viva en nuestro quehacer diario, viva en nuestras aulas de clase, atacadas por la violencia en los corazones, en las palabras y en las actitudes. En una atmósfera de amor y de respeto. "Sin tener menos amor por los pobres que por los ricos o por las que les cueste aprender... al contrario se dedicarán a las que tengan más necesidad." (Reglas Generales).

La persona se definirá única e irrepetible, hija de Dios. Sujeto de deberes y de derechos, que se identifique como pueblo y construya una nación santa donde se posibilite el reino en el aquí y en el ahora. Sin diferencias, ni exclusivismos. Donde el amor se hará realidad en el "Nosotros"', el prójimo será el semejante nuestro "tratad de haceros amar y respetar al mismo tiempo" que evidenciará el "amaos los unos a los otros".

En el contexto que hemos definido sobre la Pedagogía del Amor y del Respeto pasamos, a presentar los valores y actitudes básicos que creemos necesario integrar en los procesos de aprendizaje de todas las áreas curriculares y en las diferentes etapas educativas:

1. Interdependencia: Como sistema de relaciones en su ámbito de los valores, se crea conciencia solidaria que nos lleva a empeñarnos por el otro; máxima expresión del amor "no hay mayor amor que dar la vida por los hermanos". ¿Acaso no fue Pascua el acto más solidario que pudo ver la humanidad? (Informe de H. Inés Mercedes 1994). ¿Y qué es la solidaridad para nuestros alumnos? ¿Qué formas pedagógicas trabajamos hoy, para crear conciencia solidaria?

Confrontando el Cap. XXVI de los Reglamentos, percibimos el eco de nuestra Fundadora: "...las hermanas no se ocupaban solamente por descansar su espíritu sino que con su trabajo ayudaban a otros." Y para su Santidad Juan Pablo II la solidaridad es la "nueva forma de la caridad".

2. Apoyo a estos principios:

2.1. Autonomía y Dependencia: No hagáis nada sino de común acuerdo.

2.2. Diversidad y Singularidad: "La universalidad no prescinde de la singularidad de los seres humanos, ni se opone a la unicidad" (Vertatis Spiendor).

2.3. Tolerancia y Exigencia: "Conocer más a los jóvenes, escogerlos tal como son" nos dice el documento capitular del 94.

2.4. Diálogo e Interiorización: "Las hermanas deben sembrar en los corazones tiernos las semillas de la piedad". (Reglamentos) Para que la palabra "otro" construya en mi existencia la dimensión trascendente.

2.5. Participación y Pertenencia: Como formas nuevas de vida y de misión para suscitar agentes activos, comprometidos en la tarea de evangelización, que abra nuevas perspectivas al milenio que se aproxima. Creando espacios de participación y reforzando la pertenencia como identidad, aflorará el sujeto-persona, en orden a realizar un fin o bien común que genere bienestar colectivo, democratización - COMUNIDAD.

Se tiene aquí el perfil de la Educadora en su identidad como tal, capaz de construir nuevas identidades, que posibilita la autonomía y la individualización, comprometida en la Pedagogía del Amor y del Respeto. "TRATAD DE HACEROS AMAR Y RESPETAR AL MISMO TIEMPO". (Reglas Generales).

No sólo el hombre sino el mundo, nos han sido confiados para nuestro propio cuidado y responsabilidad. Y como nos dice la Hermana Inés Mercedes en su informe 94»: "¿No será la hora de tomar en serio el gran vuelco que espera la humanidad, percibirlo como una hora de gracia y asumir lo que juntas nos hemos propuesto?".

“Marie Poussepin entendis que la Caridad es el ejercicio concreto del Amor”

VISIÓN ACTUAL DE ESTA PEDAGOGÍA
NUESTRO PARADIGMA

El Documento de Puebla establece la realización de "Cultura", definiéndola "El modo particular como en un pueblo los hombres cultivan la relación con la naturaleza, entre sí mismos y con Dios, de modo que puedan llegar a un nivel verdadero y plenamente humano". (No. 38). Es el estilo de vida humano. En Dios fuente de amor, Maestro por excelencia "Sólo un Maestro tenemos" se da el creador de la hermandad entre los hombres, a quienes les ha confiado un patrimonio común para su defensa, desarrollo y protección que propicie una vida feliz, sana y equilibrada: es la naturaleza.

Esto reivindica la urgencia de una verdadera Ecología Humana, donde el hombre se reafirma en su realidad de Hijo de Dios, de hermano de los hombres, defensor de la vida y creador de cultura. "Defender y promover, respetar y amar la vida es una tarea que Dios confía a cada hombre, llamándolo, como imagen palpitante suya, a participar de la soberanía que El tiene sobre el mundo". (Evangelium Vitae No. 42). Porque Dios se revela en cada cultura y es ahí donde hay que encarnar el Evangelio, nos reta el último Capítulo General.
Esta Propuesta asume:

LA DIFERENCIA Y LA SIMILITUD Optando por el pleno desarrollo de las potencialidades y las riquezas propias de cada ser humano, sin dar cabida a cualquier tipo de discriminación. (Art. 5 Ley General de Educación).

EL TENER Y LA CARENCIA como realidades humano sociales en la persona, con dinámica permanente de apertura de espíritu que renueva desde el interior. Identificando al "OTRO" desde el Nosotros. Seres con nueva ética integradora "...sólo cuando los miembros se reconocen unos a otros como personas" (...) "presentando sus carencias y sus derechos frente a la ineficiencia o a la corrupción de los poderes públicos..." (S.R.S.No. 39).

Pero ¿quiénes estamos en este Nosotros? Una realidad conformada por identidades integradas, empeñadas en la construcción de un mundo responsable y solidario, que nace en la conciencia de: Familia "... primera estructura fundamental a favor de la ecología humana, en cuyo seno el hombre recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien", "aprende qué quiere decir amar y ser amado, y por consiguiente qué quiere decir en concreto ser una persona". (Centesimus Annus No. 39).

Reglón - Comunidad y ampliando hasta el gran entorno interno y externo donde no hay excluidos y si los hay, deben tener la preferencia en nuestra misión como "Caridad en acto" "fuente de nuestra pasión por Dios y por el mundo".

Esta dimensión profética del carisma recibido es una expresión de la internacionalidad donde se vivencian los valores comunes que para nosotros pueden ser a partir de hoy pista de acciones educativas, iluminado en forma procesal nuestros currículos con los principios anteriormente citados y con las siguientes actitudes a manera de ejemplos:

• UNA NUEVA ÉTICA que se reafirma cuando se da como deber de ser responsables. "El hombre recibe de Dios su dignidad esencial y con ella la capacidad de trascender todo ordenamiento de la sociedad hacia la verdad y el bien" (Centesimus Annus No. 38).

• UNA CONCIENCIA SOLIDARIA, fundamento de la organización comunitaria. "... es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el Bien Común", es decir bien de todos y de cada uno. (S.R.S. No. 38)

• UNA FORMACIÓN ECOLÓGICA QUE AME EL PATRIMONIO DEL COLECTIVO. "El hombre llamado a cultivar y custodiar el jardín del mundo (c.f.f. gen. 2,15) tiene una responsabilidad específica sobre el ambiente de vida, o. sea, sobre la Creación que Dios puso al servicio de su dignidad personal, de su vida: respeto no sólo al presente, sino también a las generaciones futuras". (Evangelium Vitae No. 42)

• UNA COPARTICIPACIÓN QUE CRECE LAZOS DE PERTENENCIA.

• UNA CAPACIDAD DE IDENTIFICACIÓN CON EL "OTRO" para crear nuevas
identidades. "No existe el forastero para quien debe hacerse prójimo del necesitado, incluso asumiendo la responsabilidad de su vida..." (Evangelium Vitae No. 41).

Todo es posible cuando se genera el amor, valor integrador de los demás valores que conduce a la apertura de la mente y del corazón para encarnar nuevos paradigmas porque la Educación al estilo de Marie Poussepin debe recuperar su liderazgo. "Gracias a este corazón nuevo se puede comprender y llevar a cabo el sentido más profundo y verdadero de la vida: ser un don que se realiza al darse". (Evangelium Vitae No. 48).

Provincia de Medellín

viernes, 25 de junio de 2010


HOLA QUERIDO MAESTR@
TE INVITO A DESCUBRIR A TRAVÉS DE ESTA REFLEXIÓN A NUESTRA MADRE FUNDADORA MARIE POUSSEPIN

CON UNA PEDAGOGÍA SIEMPRE ACTUAL Y NUEVA

PARA QUE PODAMOS FORMAR A NUESTRAS ESTUDIANTES DE MEJOR MANERA...

Hnas Dominicas de la Presentación
INTRODUCCIÓN

Hace tres siglos Marie Poussepin escribió así para las Hermanas dedicadas al «santo empleo» de la Educación:

«Tened mucha ternuera y vigilancia respecto de las niñas que educáis; tratad de haceros temer y amar a /a vez. Sed dulces sin debilidad, firmes sin dureza, graves sin altivez; corregid sin cólera». Reglas Generales

Hoy, invitamos a nuestras comunidades educativas a descubrir el corazón educador de Marie Poussepin a través de la lectura y la práctica de sus principios pedagógicos plasmados en:

1. Pedagogía del Amor y del Respeto
2. Pedagogía de la Corrección
3. Pedagogía de la Gravedad y del Equilibrio
4. Pedagogía de la Igualdad
5. Pedagogía de la Interioridad
6. Pedagogía de la Firmeza
7. Pedagogía de la Ternura
8. Pedagogía de la Tolerancia
9. Pedagogía de la Vigilancia

Estos principios tratan de responder a las exigencias del mundo actual, y de su ejercicio y aplicación brotarán semillas de identidad, autenticidad, solidaridad, amor y compromiso educativo con la Congregación, la Iglesia y la Sociedad que nos alberga.

Sigamos las huellas pedagógicas de Marie Poussepin y regalémosle a la humanidad el Pan Misionero de una educación fundamentada en los valores del Carisma Fundacional. así habremos hecho lo que Marie Poussepin sabiamente recomendó a sus hijas: mirar «como uno de sus principales deberes la instrucción y la educación de la juventud». Reg. XXVII.


LA EDUCACIÓN AL ESTILO DE MARIE POUSSEPIN DEBE RETOMAR SU LIDERAZGO

¿Por qué motivos?
Entre otros por esta fundamentación realmente de cuño humano-cristiano:

• Inspira claramente en las razones pastorales y concretas de la caridad teologal, su praxis humanista le da su razón de ser en esta afirmación pedagógica.

• Todo se construye sobre la base del amor y el respeto: camino y logros verificables siempre en los procesos y etapas de la maduración de las personas.

• Dos vertientes se dan a esta perspectiva ideológica: una en el orden de la cultura; otra en la socialización.

• No siendo la cultura un mero ideal o un diploma académico las exigencias culturales se sitúan en la actividad constructora mediante la asimilación de valores orientados y polarizados hacia metas superiores de la vida, como lo es la civilización del amor.

• La otra vertiente la enmarca la socialización: relación fecunda que ayuda a ver al otro como: Persona, Pueblo-Nación. La fuerza de la corriente le llega a la vez de la civilización y de su empuje determinante: ver al otro como un semejante "Nuestro".

• ¿Qué síntesis inspira este ideario pedagógico a Marie Poussepin?

El eco y comunicación de su experiencia:

"Tratad de haceros amar y respetar al mismo tiempo"...

Esto es la coherencia de su liderazgo pedagógico.

Como pedagogía que es, se constituye con elementos unificadores cuya cohesión sostienen la verdad y la caridad en el ejercicio cotidiano del progreso, del desarrollo, del presente y el mañana, de la actualización y el origen, de genuidad y validez.

Estos elementos son:
La interdependencia
La conciencia solidaria
El bien común
La identidad

- La interdependencia afirma y se afirma en principios universales y recíprocos:

• La autonomía y la dependencia. La singularidad y la diversidad. El diálogo y la interiorización. La tolerancia y la exigencia. La participación y la pertenencia. ¿El sujeto de todo esto? La Persona.

• Conciencia solidaria que nos lleva a empeñarnos por el "otro"

Esta conciencia está perennemente alimentada con los principios propios de toda etapa de socialización, siempre en tensión, en función de valores humanos y en la perspectiva pastoral de que al hacerse evangélicos esos valores sepan descubrir el gran "otro" que es la persona de Jesucristo.

• El Bien Común es un "bienestar colectivo"; éste en el reconocimiento de cada uno de todos, se dispone a la consecución de metas que están al alcance, a la motivación, a la adquisición de los bienes: es la democratización, característica de la comunidad de bienes que se subordinan a la felicidad.

La persona es el primer elemento constructor de la comunidad y la comunidad la fuente de la realización personal. El "bien común" se toca con sus "principios".

• Finalmente la identidad es la definición de la persona y su principio de distinción e igualdad. El ser y el hacer son las claves de la Identidad: la comunidad y sus funciones están pedagógicamente en el orden de la identidad, hasta tal punto producto de la formación, que en su definición, se constituye "educadora en el amor y el respeto".

Otro capítulo nos ofrece esta pedagogía del amor y el respeto de Marie Poussepin en su fuente de inspiración y es el que demuestra su validez como:

NUESTRO PARADIGMA HOY

En dicho itinerario se encadenan muchos eslabones, todos ellos en la relación de las personas y sus fines, la naturaleza y su entorno, la sociedad y sus metas, la libertad y la gracia, la cultura y la salvación. Se trata de relaciones pero también de realizaciones con diferentes contenidos como son:

La cultura: la persona, el mundo, los valores...

La naturaleza: la creación, el futuro, la dinámica evolutiva, el progreso, el desarrollo...

Entre sí mismos: las cosas, la sociedad, la libertad, la economía, el poder...

Con Dios: la fe, la gracia, la Iglesia.

Sobre esta tipología, este paradigma, se extiende el proyecto educativo hoy, con sus facetas cambiantes o actualizantes, sus énfasis sociales, sus soportes culturales, hasta su pedagogía escolarizada o doméstica:

Por estos motivos implicados los unos en los otros y no siempre continuos, toda la información sistematizada, aún escolarizada, se dirige a la visión de un mundo responsable y solidario. De aquí que los elementos de aplicación se sitúan en estrategias positivas, valorativas, determinantes de un NOSOTROS. Esos elementos son: la diferencia, la similitud, el tener, la carencia: en ellos se inspiran algunas ciencias sicológicas, filosóficas, económicas, técnicas... todo aquello que hoy mismo tiene que ver con políticas, como la realidad de la pobreza, la salud, la educación, la ecología, el gobierno y las estructuras sociales en general:

El mundo responsable y solidario es el mundo de la familia, la cultura, la dimensión geográfica o cósmica. Es un "nosotros" y es un entorno interior o externo el que constituye todo escenario de la educación activada por valores comunes.

La escuela puede ser ese escenario local, y como se expresó el Papa Juan Pablo II: "la escuela cristiana, católica es una cátedra para la proclamación del Evangelio", hoy, como ayer, en la "escuelita" de Marie Poussepin.

Provincia de Medellín

Marie Poussepin “Apóstol Social de la Caridad para enseñarle al mundo el valor de la solidaridad”. (continuará...)